Una vez ya liberada mi mariposa negra, levante mi mano y la coloque a su espalda, y ahí puse mi mano e hice que suavemente se inclinara, en esa postura ella se quedo, me levante y camine hacia la mesa de centro que estaba en el otro extremo de esa pequeña sala, ya estando ahí, tome un par de pulseras, compuestas de pequeñas rocas redondas y negras e intercaladas con otras esferas de oro, también tome, un dije de plata, el cual simbolizaba el amor a través del dolor y una sorpresa resguardada dentro de una bolsa de terciopelo negro, así con esto en mano regrese a donde estaba ella, me coloque a un lado y me arrodille, ella seguía en la misma posición que yo la había dejado, en la posición de sumisión y entonces aproveche para decir y recordar los valores de una sumisa así como también sus obligaciones, de igual forma repase las reglas que habíamos acordado cuando comenzamos a vivir este maravillosa forma de vida.
A continuación me acerque más a ella y con mucho cuidado le retire el collar ceremonial, ( hecho de cuero rosado y con una argolla plateada ) dejando así, desnudo su largo y moreno cuello, dejando este collar ceremonia a un lado del altar, entonces le dije -Una vez que ya te retire el collar ceremonial, vamos a proceder a sellar nuestro compromiso, para así tener presente las alianzas aquí hechas, por nosotros dos y nadie más ( en este punto, le di una breve explicación del significado de cada uno de estos objetos que ella y yo portaríamos el resto de nuestras vidas ) ya que le había explicado el simbolismo de estos objetos, tome el dije de plata ( este portaba un cordón de cuero negro entrelazado y sujetado por dos nudos ) el cual lo pase varias veces por la flama que expedía el cirio azul, cirio que adornaba el centro de nuestro pequeño altar y así como ella estaba inclinada se lo comencé a colocar, tuve que juguetear con su abundante cabellera para poder colocarlo en su cuello, ya estando este en su cuello, jale la correa de cuero para poder ajustarlo a manera que esta quedara como una gargantilla, aproveche este momento para preguntarle que como se sentía o si requería de algo y mi mariposa negra… así en esa posición en la que se encontraba, dijo –no señor, estoy bien y muy contenta con esta unión que usted me ofreció, lo amo de corazón- entonces me puse de pie y camine a su lado derecho, ahí me volví a inclinar, y tome su mano con delicadeza para así poder retirar la muñequera negra, la cual puse a un lado del pequeño altar, luego tome de ahí la pulsera de piedras negras y oro, tome de nueva cuenta su mano y con gran agilidad le coloque esa hermosa pulsera en su muñeca, luego jale los cabos de esta pulsera, para ajustándola y así pudiera ella lucirla en su mano, por ultimo tome otra igual y le dije – ahora mi hermosa mariposa, quiero que esta otra pulsera, tú me la coloques en mi brazo- ella me vio fijamente a los ojos y en sus delgados labios, se dibujo una muy discreta sonrisa y procedió a colocar esa hermosa pulsera negra, idéntica a la que ella ya portaba en su brazo.